Extracto de noticia de Revista Forbes Chile. 13 de noviembre
Las exportaciones de aceite de oliva chileno registraron un récord histórico en el mes de julio de 2024: representaron más de 31 millones de dólares; es decir, experimentaron un crecimiento de 118,5% respecto del mismo mes de 2023, según un reporte del Departamento de Inteligencia de Mercados de ProChile, con base en datos del Servicio Nacional de Aduanas.
De los 63 millones de dólares en envíos que hubo entre enero y agosto de 2023, la cifra pasó a cerca de 88 millones de dólares en el mismo período de 2024. ¿Qué impulsó este aumento?
Detrás de esta tendencia hay varios factores. Quizás el más relevante, indica Ignacio Fernández, director general de ProChile, es la coyuntura actual de una menor producción por parte de España, que ha sido el principal exportador mundial durante los últimos años, lo que dejó un espacio para Chile.
“Nuestro aceite de oliva es capaz de aprovechar ese espacio por el posicionamiento que tiene nuestro país como exportador de alimentos saludables, seguros y de producción sostenible, además de las ventajas arancelarias que le brindan los acuerdos comerciales que tiene Chile con mercados mundiales”, señala Fernández.
¿LA OPORTUNIDAD VA DE LA MANO de LAS CONDICIONES CLIMÁTICAS?
Gabriela Moglia, gerente general de la red Chile Oliva, sostiene que el país posee un clima apto para el cultivo del olivo y cuenta, además, con una industria enfocada en un modelo de producción eficiente, con una alta densidad de plantas por hectáreas y tecnología, tanto en los campos como en las almazaras (fábricas de extracción de aceite). “Esto hace que la producción de aceite de oliva en Chile sea de alta calidad, enfocada en producir aceite de oliva extra virgen, reconocido mundialmente en distintos concursos y por compradores y consumidores en distintos mercados”, recalca Moglia.
Chile Oliva, que lleva el registro en toneladas y no en valores como ProChile, indica que el volumen de envíos de aceite de oliva nacional al extranjero durante el primer semestre del año 2024 fue de 4.176 toneladas y registró una disminución de un 2% respecto al año 2023 en el mismo período, en el que se exportaron 4.254 toneladas.
Para el organismo, dirigido por Gabriela Moglia, la producción de aceite de oliva en lo que va del año alcanzó las 15.000 toneladas, lo que, de acuerdo con sus datos, representa una disminución de un 29% en relación con las toneladas de aceite obtenidas en el 2023, debido a la sequía del norte y otros factores climáticos.
“La producción en Chile en los últimos años ha tenido variaciones tanto al alza como a la baja. En el 2021, se observó una producción histórica debido a los manejos y las mejores condiciones climáticas. En el 2022, se vio una baja productiva principalmente por la restricción hídrica que provoca pérdidas de rendimiento y por el añerismo en huertos que venían con producciones históricas del año anterior. Y en 2023 se produjo un alza del 27% respecto al año anterior”, detalla.
El principal desafío para los productores chilenos según la organización es adaptarse al cambio climático que afecta al mundo, que trae fuertes sequías en estas zonas productivas y condiciones extremas de calor, lo que afecta el potencial del cultivo.
• Leer el articulo completo en https://forbes.cl/negocios/2024-11-13/un-problema-una-oportunidad-el-potencial-de-chile-para-escalar-en-el-mercado-del-aceite-de-oliva