El Mercurio – Revista del Campo, Fecha 30-12-2024
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El 2025 llega con buenas noticias para los exportadores de aceite de oliva, esto puesto que el Acuerdo Marco Avanzado (AMA) y el Interino Comercial (AIC), que modernizan el tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE), establece que Chile podrá enviar 11 mil toneladas de aceite de oliva libres de arancel ad valorem.
“La entrada en vigencia del arancel a costo cero en la UE es muy importante y nos tiene con bastantes expectativas, es algo muy positivo para la industria”, menciona José Pablo Illanes, gerente general de Las Doscientas. ¿Y EL 2025? Tras un 2023-2024 que concluyó con una caída de 30% de la producción de aceitunas, los productores ven con optimismo la temporada que viene, tanto en producción como en los precios del mercado internacional, que se han estabilizado.
“El panorama de cosecha se ve muy prometedor. Nuestro huerto tuvo una producción inferior a su promedio de largo plazo, producto de una estrategia de poda programada, lo que promete una mayor producción para el 2025. El olivo junta energía en años de baja producción y la libera al año siguiente”, explica Fernando Carrasco Spano, gerente general de Deleyda. Claro que está por verse el impacto que tendrá la producción europea.
Según datos que entregó el Ministerio de Agricultura español, el pasado 4 de diciembre, la producción de olivas este año alcanza a las 190.000 toneladas y las exportaciones bordean las 275.000, lo que equivaldría a ascensos del 1% y 3%, respectivamente, en relación con la temporada anterior. “Las primeras estimaciones, de octubre, ya apuntaban a un aumento de la producción de alrededor del 50% respecto a la campaña 2023/ 24.
Las estimaciones actuales apuntan a una cifra de 1,29 millones de toneladas, que responden a las buenas condiciones del cultivo en gran parte de las zonas productoras, gracias a las lluvias caídas en las últimas semanas”, dicen en su sitio web.
“En los últimos años, hemos visto un alza en los precios debido principalmente a las dinámicas de las potencias europeas. Sin embargo, ahora esos precios están comenzando a bajar. España, en particular, actúa como un indicador clave de precios para el mercado global”, menciona Illanes.
EL GRAN DESAFÍO: EL CLIMA
Sin embargo, todas las proyecciones están siempre pendientes de cómo se comporte el clima. “Los principales desafíos productivos son los relacionados con el clima, ya que el calentamiento global genera una fuerte incertidumbre respecto a las condiciones climáticas que afectan al cultivo tanto en precosecha como en la cosecha, como son la falta de agua en el norte, las heladas que pueden afectar en cosecha, pero si todo anda bien, esperamos una buena temporada 2025, mejor que el año 2024″, afirma Gabriela Moglia, gerente general de ChileOliva. También relacionado con el clima, está la importante amenaza que representan las heladas. Esto, porque, por una parte, las de finales de septiembre pueden afectar ciertas zonas, comprometiendo el rendimiento de sus olivos. A lo anterior se agrega que, cuando ocurren durante la cosecha, ” representan un riesgo significativo para la calidad de la fruta, en este caso, las aceitunas. Si estas se exponen durante 10 o 12 horas a temperaturas por debajo de 0 grados, es probable que desarrollen defectos organolépticos al momento de procesarlas para producir aceite”, explica Carrasco. La disponibilidad hídrica, en tanto, también se ha complicado.
Por ello, explican en el sector, se trabaja continuamente en mejorar los pozos, optimizar las piscinas de acumulación y perfeccionar las estrategias de riego, con el objetivo de minimizar la pérdida de agua y asegurar su uso eficiente.
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